La revolución digital ha trasmutado los cuerpos biológicos en híbridos orgánico-mecánicos y los lugares geográficos en sitios virtuales de Internet. Las nuevas posibilidades de aceleración y almacenamiento e interactividad han alterado los procesos de construcción simbólica de la realidad propios de la modernidad. Estas transformaciones nos permiten presenciar la gestación de una nueva mirada, la mirada de la sociedad digital, la de la cultura del ciberespacio.
El espacio y el tiempo se condensan o dilatan a voluntad combinando la presencia en persona o a distancia, lo sincrónico y lo asincrónico, lo virtual y lo actual.
El espacio deviene líquido, condensable en distintas formas y proporciones, fluye según las interfases puestas en juego.
El estar discurre netre pegatinas, mutaciones, y borraduras, sin permanecer. El Ser se plasma de manera ambigua como único, y por clonación distribuida en redes.
"El sujeto se aleja del espacio exterior como referencia y es capaz de desdoblar su existencia en múltiples espacios y tiempos, en múltiples "sí mismo"al interconectarse y existir en el espacio y tiempo virtual. Se forma el mundo en el que la pluralización de los sujetos se convierte en característica sobresaliente" (E. Bermudez-G.Martínez, Los estudios culturales de la era del ciberespacio)
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